La femme Peta

Hoy me levanté sin ánimo de salir. Está muy bueno ir al cine, no me quejo, pero a veces como sucede con todo en la vida, uno se agota. Además, me resulta vergonzoso decirlo, pero la mayoría de las salas cine montevideanas tienen olor a meo, pipí. Así que decidí por hoy ahorarrme el tufo a orines y opté por mirar un episodio repetido de "La femme Nikita" en la tele. La verdad es que me encanta esa serie, me parecen geniales los personajes. Me gusta ese clima de secretos y estrategias en el que viven. Me encanta Nikita, esa rubia, Peta Wilson está divina, me gusta cómo se viste, su pelo, fuá tiene unos labios... Y se la re cree. Yo también me creo todas las historias de Section 1!

Extrañamente tierna

Mi improductiva e inútil vida consiste en levantarme en la mañana, casi siempre a las diez, desayunar rico pero frugalmente, darme un largo y sabroso baño y luego mirar en internet qué me depara el cine para ese día.

Hoy, mi destino era ir a ver "Más extraño que la ficción" ("Stranger than fiction"), con Emma Thompson, Will Ferrell, Maggie Gyllenhaal y Dustin Hoffman. La verdad es que no me tentaba demasiado, había visto el trailer y su argumento me había parecido un tanto forzado, demasiado inverosímil. Debo confesar que me inclino por las películas realistas, esto es, que me cuenten algo de la realidad y de la vida que yo haya visto y me lo muestre desde un lado diferente, porqué no poético.

La cuestión es que me di de bruces con una película genial, con un guión buenísimo. La historia es medio loca, pero no se dejen guiar por mi torpe escritura para juzgarla: un hombre se levanta cada mañana y oye una voz que relata su vida como si fuera una novela. El hombre, Harold Crick, es Will Ferrell. Quien narra su vida es una escritora, Emma Thompson, obvio.

Entonces, la realidad se mezcla con la ficción, este hombre que lleva una vida rutinaria como inspector de impuestos es a la vez el personaje de una novela que está siendo escrita. Y la verdad es que el espectador acepta esta historia tal como el director la cuenta (el alemán Marc Forster, director de "Monster´s ball" (espectacular) entre otras), porque está hecha con naturalidad e inteligencia. Maggie Gyllenhaal está adorable, qué mujer dulce y atractiva, qué ojos. "Stranger than fiction" transcurre plácidamente, con actores que se creen sus personajes y con momentos plenísimos de ternura que me hicieron llorar, sí llorar, en esta agradable tarde de otoño. La recomiendo una y mil veces.

Niños que simulan ser adultos

Hoy me levanté a las 10 de la mañana, me tomé un café con leche y un pancito con manteca. Luego de una tranquila mañana, a eso de las 12 empecé a investigar qué había para ver en el cine. Y me detuve en “Little children” ("Secretos íntimos"en español), con las actuaciones de Kate Winslet y Jennifer Connelly.
De Winslet siempre me quedó el recuerdo de Titanic, donde interpreta a una chica simpática, algo entrada en quilos, que se enamora de Leonardo Di Caprio, pero que cuando las papas queman y se tienen que quedar flotando en una madera, ella se queda con todo. ¿Por qué no le dejó un poco de espacio? Siempre me pareció muy egoísta de su parte, la gordita.
Pero bueno, luego de verla en “Little children”, Kate Winslet se ganó mi admiración. La película está estupenda, tiene diálogos muy sutiles, está armada muy inteligentemente. Se mete con el tema del matrimonio y las relaciones entre adultos. Kate está casada con un tipo que no le da mucha bola. Tiene una hijita, a la que lleva todos los días al parque y con la que le cuesta relacionarse. Todos los días, en el parque aparece otro papá (Patrick Wilson) con su hijito. El hombre rubio también está casado y no trabaja.
Su mujer (Jennifer Connelly) lo hostiga un poco para que estudie, se reciba o haga algo, pero al tipo le cuesta encarar. El rubio y Kate Winslet se enamoran, o algo parecido. Se empiezan a ver a solas, tienen sexo. Siguen pasando cosas, aparecen otras historias, truculentas algunas, y en la hora y media que transcurre la película, no hay ni un segundo de aburrimiento. “Little children” es una película para pensar, porque es muy real, deprimentemente real. El guión y la dirección son de Todd Field, un tipo de 40 años que tiene poco en su currículum, salvo algunos episodios de Carnivàle.

Yo quiero ser Charlotte Rampling

Estoy feliz de empezar mi nuevo blog con una apología a una de las actrices más morbosas y sensuales de la escena cinematográfica. Estoy hablando de Charlotte Rampling, espero que sepas quién es, estimado y a veces ignorante lector.
Es inglesa, aunque vive la mitad de su tiempo en Francia. Y aunque ya está veterana, sigue buscando papeles que escandalizan, porque encarna mujeres con deseos deplorables y costumbres peores.
En "Vers le sud", (en algunos países traducida al español como "Bienvenidas al paraíso", en Uruguay aún está en cartel), su última película, hace las delicias interpretando a una mujer madura y bella que todos los años visita Haití para relacionarse sexualmente con negros. Roba la pantalla y salva la película, o casi.
Está dirigido por Laurent Cantet ("L´emploi du temps", "Ressources humaines", ubican?) y cuenta la historia bastante mórbida de tres mujeres cincuentonas que consumen turismo sexual es un país subdesarrollado. Las veteranas son casadas, trabajan y en general están aburridas de sus sosas vidas. Así que, qué mejor plan que irse un par de semanitas a la playa y dejarse masajear por las manos de un hombre moreno, sonriente y dispuesto a todo.
Y bueno, aunque no hay sexo explícito, toda la historia transcurre en un clima muy turbio porque al fin y al cabo, Haití no fue ni es jardín de rosas y porque además, el turismo sexual es triste, feo y macabro.
Tengo el deber de decirles que "Vers le sud" no es gran cosa. Pero sí es ideal para satisfacer nuestros retorcidos deseos de verla a ella, a Charlotte. Con sus ojos verdes extrañísimos, su porte elegante y su aire misterioso... Quien desee darse un buen festín con esta mujer que inspira pensamientos inquietantes le recomiendo fervorosamente "Sous le sable" y "The swimming pool". La primera es impactante y siniestra, la segunda es más sexual y entretenida.